domingo, 4 de marzo de 2012

Mürren




Es la eterna historia. Uno lo hace, el otro se lleva las medallas. El pueblo se empeña en irse a Wengen. Quizás por aquello de su ferrocarril de cremallera. Sus inmensas pistas de esqui. El sol que se pone más tarde. .. pero allí no empezó la historia.
La fama de la región de Jungfrau como paraíso de esquiadores se lo deben a los ingleses. El primero apareció en 1911. En Mürren. Allí fundaron en 1922 el Club de Ski Kandahar. !Vaya nombre de glorias pasadas! Le cogieron pronto el gusto: en 1928 comenzaron a organizar la Inferno ski race. La primera carrera de esquiadores amateurs que hoy se sigue celebrando. 15, 8 km desquiciados monte abajo.
Tampoco se piense que dejaron atrás las competiciones oficiales. El primer Campeonato Mundial de Esquí Alpino se celebró en Mürren en 1931.
Desde aquella nevó. Sigue nevando. En Mürren viven unas 400 almas. Tiene 2000 camas de hotel. ¡Que no le dé el espanto! Es un hermoso pueblo. Con preciosas casas de madera. Ejemplo de la buena conservación de las antiguas granjas. Algunos restaurantes. Dos iglesias. Pocos montañeros, dos o tres esquiadores. Vendedores ambulantes. La tranquilidad absoluta.
Los otros, los dos mil, se suponen que andan dando tumbos entre las pistas. Yo no los he visto. Tampoco encontrado. Solo muy de cuando en vez he visto algún montañero ejercitando las piernas. Monte arriba. Monte abajo.
Se lo recomiendo. Un paraíso. Aunque el otro, al otro lado del valle, se lleve el nombre, los turistas, la pasta. Perdieron de antemano la batalla de la belleza, la tranquilidad, el buen hacer.




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